Imagen, cuerpo y espacio

Técnica y estética de los dispositivos ópticos y su espacialidad: intersecciones entre la ciencia, el arte y el divertimento/entretenimiento/sociabilidad  (siglos XIX-XXI)


Proyecto

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¿Qué significa y qué implica hacerse una imagen del mundo o de lugares que no se han visitado a partir del consumo de imágenes (panoramas, georamas, películas, mapas interactivos)? ¿Cuáles son los factores que hacen posible que esas imágenes se constituyan en dispositivos performáticos que crean realidades para esos espectadores? El objetivo general de este proyecto es indagar los modos de producir espacios e imaginarios geográficos en ámbitos de entretenimiento para el grand public (exposiciones universales, salones, museos, internet, etc.) basados en la proliferación de dispositivos ópticos (georamas, panoramas, filmes, dispositivos de orientación cartográfica) que combinaron innovaciones científicas y estéticas/artísticas para producir imágenes sobre el espacio.

La propuesta del proyecto está sintetizada en la tríada del título: imágenes (fijas y móviles), espectador (que no sólo observa con los ojos sino que se involucra en el acto con toda su corporalidad) y espacio (tanto el espacio como tema de la imagen como el lugar físico de exhibición de la imagen-objeto). Es en el cruce de estos tres aspectos donde se producen y se reproducen ciertos imaginarios geográficos, así como el disciplinamiento de la mirada y del cuerpo: los dispositivos ópticos en cuestión son puntos de intersección en los que los discursos, filosóficos y estéticos se solapan con técnicas mecánicas, requerimientos institucionales y fuerzas socioeconómicas. Demostraremos que en la reapropiación de las imágenes sobre el espacio que forman parte de la industria del entretenimiento - y que no siempre fueron producidas para el evento en sí-  quienes montaban los espectáculos habrían prestado particular atención a esos aspectos para interpelar performativamente al espectador/usuario/observador.

Las experiencias de consumo de imágenes sobre espacios habrían facilitado la divulgación de las innovaciones científicas y, por otro lado, la industria del entretenimiento habría propulsado el desarrollo de investigaciones científicas. La premisa es que en el análisis no debe existir una oposición entre técnica y estética: las imágenes llamadas científicas  tienen su propio criterio estético específico y, por otro lado, las imágenes consideradas artísticas  requieren de técnicas que incorporan desarrollos científicos para poder ser producidas. En este sentido, entendemos que los dispositivos ópticos deben ser interpelados tanto en sus dimensiones técnicas como estéticas y que ambas son indisociables.

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